“La muerte del jefe gringo permitió que nacieran los hermanos que tengo y no los que pudieran haber nacido en Nueva York. Sólo yo estaba ya definido. Esos muchachos, mis hermanos, que habrían jugado basquetbol en Brooklyn, ido al Yankee Stadium para echar porras a los Dodgers de Brooklyn al ritmo del órgano de vapor, que habrían trabajado a finales de los años sesenta y principios de los setenta en la construcción de un par de torres que serían las más altas de Nueva York, y ahora tendrían hijos y nietos “americanos” de segunda y tercera generación, no nacieron. Sus novias y novios, luego esposas y esposos, sin duda nacieron pero, a la estación Canal con Bowery o a la Park y la 23, no llegó mi hermano, y aquella mujer para la que habría sido “el hombre de su vida” subió al metro en la línea 6 rumbo a su trabajo en las pizzas de la 110 y meses más tarde conoció un cliente con el que se casó”.
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Luis González de Alba
Nació en Charcas, San Luis Potosí, el 6 de marzo de 1944. Narrador y poeta. Estudió Psicología en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Colaborador de Excélsior, La Cultura en México, La Jornada, Punto, Punto de Partida, Revista de Revistas, Siempre!, y Unomásuno. Becario del CME, 1973. Premio Xavier Villaurrutia 1978 por El riesgo del placer.